El proceso de filtro inicia a partir de la purificación del agua, pasándola a través de capas de materiales porosos, cada uno especialmente seleccionado por su capacidad para eliminar formas específicas de contaminación. Todos los materiales porosos pueden filtrar partículas por tamaño, muchos tienen capacidades adicionales gracias a sus propiedades químicas. Por ejemplo, el carbón vegetal, o carbón activado, es un componente poroso de los filtros de agua domésticos e industriales, que también puede unir moléculas grandes o ricas en electrones, y catalizar la descomposición de otras sustancias químicas como el cloro molecular. Si bien hay muchos tipos diferentes de filtros, podemos clasificarlos y compararlos utilizando sus propiedades físicas y químicas medibles.
Las propiedades físicas clave son:
Tamaño de los poros: Tamaño medio o máximo de los poros del material.
Porosidad: Volumen del filtro no ocupado por material sólido
Tortuosidad: Longitud de las trayectorias a través del filtro, en comparación con una línea recta.
Adhesión: La fuerza de las interacciones de los enlaces de hidrógeno entre el fluido y el filtro.
Constantes de velocidad cinética: Parámetros que definen cómo el material del filtro, afecta las reacciones químicas en el fluido.
Filtro de membrana celulosa bacteriana
Las membranas de celulosa bacteriana eliminan por completo la turbidez del agua de entrada y partículas en suspensión, que da como resultado agua potable y limpia.
Este mecanismo muestra que la propia celulosa es capaz de eliminar los contaminantes del agua, La filtración es una forma común de obtener agua potable pura mediante la eliminación de partículas y microorganismos en función de la exclusión por tamaño. Los filtros a base de celulosa son una opción asequible y de base biológica para la eliminación de partículas, pero las bacterias suelen ser demasiado pequeñas para eliminarlas solo por exclusión de tamaño. Las superficies de las fibras de celulosa en dos tipos de filtros de papel comercial han recibido una carga neta positiva para atrapar bacterias a través de interacciones electrostáticas sin liberar ningún biocida.
Los resultados muestran el potencial de crear filtros de purificación de agua con membrana celulosa, a partir de productos de base biológica, con un proceso de modificación simple, es una buena opción para el futuro, lo que podría salvar vidas sin usar bactericidas.
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